‘The Last of Us’ nos ha puesto los vellos de punta este lunes por varios motivos. El episodio de esta semana, el 2×04, tiene una estupenda secuencia de acción que casi nos para el corazón, un conflicto potente entre dos personajes, la revelación de un par de secretos y, además, incluye un momento mucho más íntimo, relacionado con una canción, que encierra tras de sí mucho más significado del que cabría esperar. Analizamos este paréntesis musical en mitad del apocalipsis.
¡SPOILERS del episodio 2×04 de ‘The Last of Us’ a partir de esta línea!
Después de un epílogo sobre los Lobos, que sucedió once años atrás, retomamos el viaje de Ellie y Dina, que llegan a Seattle. Y lo hacen en un punto muy concreto, The Capitol Hill, el barrio LGTBQ+ de la ciudad, aunque ellas desconocen el significado de las banderas arcoiris que adornaban la zona cuando estaba llena de vida. Deciden que para proseguir su misión deben esperar a la noche, así que paran en una tienda de música. Ellie revisa unos viejos vinilos y, finalmente, encuentra una bonita guitarra que ha sobrevivido a la erosión del tiempo guardada en su funda. Es entonces cuando toca el clásico de los ochenta ‘Take on me’, de A-ha, y surge la magia: «Por un segundo, la vida está bien», reza el comentario de la cuenta oficial de ‘The Last of Us’ en X con el que la serie ha compartido la escena en cuestión.
Es un momento que contrasta con el caos desatado que veremos más adelante en el episodio; un recordatorio de que ‘The Last of Us’ se asienta sobre las emociones más incluso que sobre su lore o sobre la adrenalina de las escenas de infectados, y de que si hay motivo para sobrevivir son las personas, por supuesto. En un momento donde la prioridad es mantenerse con vida, dedicar unos instantes al arte es reforzar la idea de la humanidad frente a la barbarie, la reivindicación de un mundo perdido que se desea no dejar caer en el olvido.
Pero, ¿qué quiere decir la canción ‘Take on me’ en ‘The Last of Us’? Aunque en su contexto general el tema viene a ser una llamada a atreverse a darle una oportunidad al amor, aquí parece que va más allá y podríamos establecer dos interpretaciones paralelas, una dedicada a Joel y otra dedicada a Dina, y ambas podrían tener sentido, incluso juntas, lo cual hace más significativa la escena.
‘Take on me’ para Dina
Si nos centramos en el personaje de Dina, el mensaje de ‘Take on me’ sería el más sencillo de interpretar, con esa frase del título entendida como un «tómame» o un «dame una oportunidad». La letra tiene, además, un sentido de la urgencia que encaja muy bien con la situación de Ellie y Dina, que no saben nunca si pueden morir hoy o mañana («I’ll be gone / In a day or two»), lo cual da premura a la petición de intentarlo.
Ellie y Dina tienen una tensión romántica desde hace tiempo (aunque se besaron en la fiesta de Año Nuevo, pusieron la excusa de que iban colocadas). Siguen sintiéndose atraídas, como veremos más adelante en el episodio, cuando vuelven a besarse, esta vez sin excusas. De hecho, Dina verbaliza que lleva tiempo queriendo estar con Ellie y, a su vez, que se notaba a leguas que Ellie también estaba enamorada de ella. La canción las empuja a dar el paso.
«It’s no better to be safe than sorry» («no es mejor estar a salvo que arrepentido»), una de las frases más bonitas y representativas del tema de A-ha, es también muy relevante en este contexto de peligro constante en el que no atreverse a demostrar los sentimientos puede significar no hacerlo jamás. Los versos previos («Así que no hace falta decirlo / Soy un desastre / Pero me iré tropezando / Aprendiendo lentamente que la vida está bien») parecen encajar perfectamente con la personalidad y momento vital de Ellie.
Un punto extra para la interpretación romántica de ‘Take on me’ es que ‘The Last of Us’ ya incluyó en otra ocasión este tema, en su versión original con el famoso riff de teclado y la nota alta del cantante Morten Harket. Fue en el episodio 1×07, el del centro comercial que contaba la relación sentimental entre Ellie y Riley. Era en un momento en que Riley descubría a Ellie las escaleras mecánicas, un reducto de ese mundo que no llegó a conocer que la maravillaba.

‘Take on me’ para Joel
A la vez que esta interpretación de ‘Take on me’ como una declaración de Ellie hacia Dina, la canción también funciona como un homenaje a Joel y una despedida. Como un funeral, casi. O una disculpa hacia su viejo amigo que ya no está. La canción empieza con alguien que no sabe que decir, herido, que busca a un ser querido, con quien ya no está y con quien quiere reunirse. Ese «tómame» o «acógeme», dirigido a Joel, podríamos entenderlo como un deseo de que la lleve consigo. Así, el «I’ll be gone / In a day or two» podría estar citando la posibilidad de reunirse con Joel tras la muerte.
La letra también refuerza la idea de cómo acabó la relación de Ellie y Joel en malos términos, sin saber comunicarse y reparar su vínculo, pero queriéndose en el fondo. En este caso, es muy probable que Ellie se sienta más que arrepentida por no haber tenido una última conversación con Joel, de modo que «It’s no better to be safe than sorry» no es una advertencia, sino su sentimiento actual.
La última estrofa suena a despedida («Todo lo que dices, sí / ¿Es la vida o solo juego para olvidar mis preocupaciones? / Eres todo lo que tengo que recordar / Te estás alejando / Iré por ti de todos modos»), lo que reforzaría la idea de curar esta herida a través de la canción. Tampoco hay que olvidar que una de las últimas cosas que hizo Joel fue arreglarle la guitarra a Ellie, intentando reparar su vínculo. Y, por supuesto, es él quien le enseñó a tocar. Dina y Ellie lo comentan, aunque se puede sobreentender que «las lecciones» de Joel van más allá de enseñarle acordes y que se extienden a la vida.

Si nos fijamos en la representación visual, la escena ocurre en una habitación en penumbra, pero con un enorme haz de luz que entra por un lateral y baña a Ellie. La interpretación más sencilla es la dicotomía entre luz y oscuridad (lo bueno y lo malo, la bondad y la atrocidad, la supervivencia y la aniquilación), siempre presente en la serie; así, la música arroja luz.
Sin embargo, podemos ir más allá: esa luz que viene de atrás y de arriba podría ser una representación del propio Joel, como si apareciese en escena desde el cielo, etéreo. Joel sería la luz que ilumina a Ellie, que le da amor y calor, y que la atraviesa hasta llegar a Dina. Es lo que da sentido a su vida ahora mismo (su plan de venganza), pero también le iluminan sus enseñanzas. Con Ellie sentada en un banco y Dina en el suelo, componen un bonito triángulo. Quizás, ese amor de Joel se traspasa: primero cruzando el cuerpo de su (casi) hija y luego llegando a Dina, quien recoge el testigo del afecto de la protagonista. Por supuesto, las interpretaciones pueden ser muchas y subjetivas. Se admiten más teorías.
Nací en Wisteria Lane, fui compañero de piso de Hannah Horvath y ‘Chicago’ me volvió loco porque Roxie Hart soy yo. Tengo la lengua afilada, pero, como dijo Lola Flores, «me tenían que dar una subvención por la alegría».
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