Tokio (EFE).- El Banco de Japón (BoJ) decidió este jueves recortar a la mitad su previsión de crecimiento para el producto interior bruto nacional (PIB) del ejercicio 2025 hasta el 0,5 %, debido al impacto de la guerra comercial.
En su informe trimestral de perspectivas económicas, el banco central nipón rebajó así sus expectativas de expansión de la economía nacional respecto a su anterior estimación publicada en enero, que situaba el 1,1 % el crecimiento del PIB.
Esta estimación, correspondiente al ejercicio fiscal que comenzó en Japón el pasado abril y concluirá en marzo de 2026, fue adoptada por el BoJ durante la reunión de su junta de política monetaria celebrada entre la víspera y hoy.
En este mismo encuentro, la junta de política monetaria del Banco de Japón decidió mantener los tipos de interés de referencia a corto plazo en el 0,5 %, así como otras medidas de su estrategia de estímulos, y en el contexto de incertidumbre global desencadenada por los aranceles de la Administración estadounidense de Donald Trump.
El Banco de Japón también también bajó su previsión de 2026
El BoJ también decidió rebajar su previsión de crecimiento para el ejercicio 2026 hasta el 0,7 %, desde el 1 % que había estimado en su informe anterior.
En cuanto a la inflación, el banco central nipón calcula ahora que se producirá un incremento del 2,3 % en el ejercicio 2025, lo que supone 0,2 puntos más que en su previsión de enero, y una aceleración por encima del objetivo interanual del 2 % fijado por la entidad. Estos datos corresponden al índice de precios de consumo sin incluir energía ni alimentos frescos, el dato que toma como referencia el BoJ.
Todo ello es consecuencia de los «riesgos» que afrontan la economía nacional y la coyuntura global derivados de las políticas arancelarias de Estados Unidos y otros países, según el BoJ.

En particular, señaló las «debilidades» que afectan a la economía nipona causadas por la incertidumbre arancelaria, y que se reflejan en «exportaciones y producción industrial planas» y con posibilidad de retroceder, según el documento publicado hoy.
Las negociaciones entre Japón y EE.UU.
El banco central nipon prevé en este contexto que el crecimiento económico «se modere» debido a «una ralentización en economías extranjeras y a un declive de los beneficios corporativos» como consecuencia de las políticas comerciales aplicadas por Estados Unidos y por las represalias de otros países.
«La introducción de amplios aranceles impactará la actividad comercial global, y el aumento de la incertidumbre sobre estas políticas tendrá a su vez un amplio impacto en la confianza de empresas y hogares de todo el mundo, así como en los mercados financieros», afirmó el Banco de Japón.
Este mismo jueves, Estados Unidos y Japón tienen previsto iniciar su segunda ronda de negociaciones comerciales tras los aranceles impuestos por Trump, que en el caso del país asiático, ascienden a una tasa del 24 % general sobre todas sus exportaciones -gravamen que ha sido congelado durante las conversaciones- y un incremento del 25 % sobre el acero, el aluminio y el motor, este último el de mayor peso para la economía nipona.
Japón viene pidiendo a EE.UU. que lo excluya de sus subidas arancelarias, argumentando que tales medidas merman la inversión japonesa en ese país, entre otras cuestiones.
Los tipos de interés
En cuanto a los tipos de interés, la junta de política monetaria del banco central nipón decidió por unanimidad dejar intacta su estrategia y afirmó que «la economía japonesa se ha recuperado moderadamente, aunque muestra algunas debilidades», según señala el comunicado adoptado al término de su reunión.
La decisión va en línea con lo esperado por la mayoría de analistas, que no preveía nuevos incrementos de tipos a corto plazo en la cuarta economía mundial tras las subidas que la entidad aplicó el pasado marzo (hasta el 0,1 %), en julio (hasta el 0,25 %), y en enero (hasta el 0,5 %).
Los analistas esperan que el banco central nipón lleve a cabo otra subida de tipos este año, tras el alza de 25 puntos básicos hasta el 0,5 % del pasado enero, pero las opiniones sobre el momento en el que la materializará varían considerablemente.

El gobernador del BoJ, Kazuo Ueda, aseguró que seguirán implementando subidas si la economía y los precios se mueven según sus expectativas, pero algunos creen que el banco central necesita más tiempo para evaluar el impacto de los aranceles estadounidenses en los precios y los salarios futuros, antes de tomar una decisión.
La inflación en Japón se situó en el 3,2 % en marzo, impulsada por el notable encarecimiento sostenido del arroz y otros alimentos básicos de la dieta local, y se ha mantenido por encima del objetivo del 2 % del BoJ durante tres años consecutivos.
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