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Brasil acelera el asalto para intentar fichar a Ancelotti como seleccionador

Entre los 70.000 espectadores que presenciaron este sábado la derrota del Real Madrid en la final de la Copa del Rey contra el Barcelona se encontraba uno con la intención de acelerar lo que podría considerarse un plan B para Carlo Ancelotti, muy debilitado esta temporada en el banquillo. El empresario Diego Fernandes, emisario de confianza del presidente de la federación brasileña, se dejó ver en el estadio de La Cartuja después de haberlo hecho también diez días antes en el Bernabéu en la derrota y eliminación del Madrid contra el Arsenal en la Champions. Fernandes se encuentra de nuevo en España con la misión de cerrar pronto la contratación del italiano como seleccionador de Brasil. Aunque para Ancelotti los tiempos son los del Madrid: según fuentes cercanas, no se comprometerá a nada hasta que Florentino Pérez deje claras sus intenciones.

El presidente de la CBF, Ednaldo Rodrigues, siente cierta urgencia y encargó a su emisario seguir insistiendo con Ancelotti, según fuentes cercanas a la operación. El entrenador con más títulos de la historia del Madrid (15), que ya fue objetivo de la CBF hace dos años, cuando Rodrigues llegó a anunciar su contratación, siempre se ha sentido atraído por dirigir en un Mundial, algo que estuvo cerca de hacer con la Croacia de Modric en la Copa del Mundo de 2018. Pero también ha sostenido que su prioridad es agotar su contrato con el Madrid, que vence en junio de 2026.

Sin embargo, la fragilidad de su situación en el Bernabéu, y su conocimiento de los movimientos del club durante meses para encontrarle sucesor, en particular con Xabi Alonso, le han inclinado a mostrarse receptivo al interés de Brasil. Después de la eliminación contra el Arsenal, Ancelotti invitó a comer en su casa a Diego Fernandes. Como relató hace unas semanas en su juicio por presunto fraude fiscal, el italiano siempre ha negociado sus contratos de manera personal, tanto los laborales como los relacionados con acuerdos comerciales.

A la espera de cómo se resuelva su estancia en el Madrid, en Brasil creen que las líneas generales de un posible acuerdo han ido quedando bastante perfiladas, según las mismas fuentes. Se ha hablado de un acuerdo flexible que contemplaría dirigir a la pentacampeona al menos hasta el próximo Mundial de 2026 y que podría llegar a extenderse hasta la siguiente cita, en 2030 en España, Portugal, Marruecos, Argentina, Paraguay y Uruguay. La duración definitiva dependería, por supuesto, de los resultados, pero también de la energía que conservara después del torneo de 2026 Ancelotti, que cumple 66 años en junio.

Los próximos días serán determinantes para el desenlace de la operación, pero no tanto por la presencia de Diego Fernandes en España como por el calendario, que marca las necesidades del Madrid y de Brasil. Ambos necesitan claridad sobre el siguiente ocupante de sus banquillos. En Valdebebas tienen por delante un calendario inusual, con el Mundial de clubes entre el 14 de junio y el 13 de julio en EE UU, lo que condiciona los tiempos de un posible relevo de Ancelotti. Si se va, la decisión debe tomarse con margen suficiente para poder incorporar otro técnico antes de viajar al nuevo torneo de la FIFA.

La CBF se mueve con urgencias similares. Brasil tiene a principios de junio dos importantes partidos de clasificación para la próxima Copa del Mundo, en la que aún no cuenta con plaza garantizada. El 4 juegan en Ecuador y el 9, en Maracaná contra Paraguay, y la lista de convocados debe publicarse algo más de una semana antes. El último partido de Liga del Madrid está programado el fin de semana del 24 y 25 de mayo. Teniendo en cuenta la crisis que atraviesa Brasil desde la salida de Tite tras el Mundial de Qatar, Ednaldo Rodrigues no contempla acudir a estas citas decisivas sin un seleccionador permanente. Está convencido, como lo estaba en el verano de 2023 cuando anunció su contratación sin consultarle, de que Ancelotti es la figura adecuada para aportar tranquilidad y sentido a una situación de enorme presión por volver a ganar.

El italiano también entiende que se acerca el momento en el que se despejarán las incógnitas sobre su futuro, como apuntó este sábado después de la final de la Copa: “Puedo seguir, puedo parar… Esto será un tema de las próximas semanas, no de hoy”.

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