Cáritas invirtió el año pasado 144,8 millones de euros para mejorar la autonomía sociolaboral de colectivos vulnerables
SEVILLA, 25 Abr. (de la enviada especial de EUROPA PRESS, Laura Ramírez) –
El 20% de las 65.484 personas a las que Cáritas Española acompañó en la búsqueda de empleo en 2024 logró reinsertarse en el mercado laboral, según el informe de Economía Solidaria presentado por la confederación, con motivo del Día Internacional del Trabajo.
En cuanto al perfil de las personas que participaron a lo largo de 2024 en los distintos programas de empleo de Cáritas se mantuvo similar a años anteriores: la mayoría son mujeres (64%), de más de 45 años (40%), con estudios básicos (34%) o Bachillerato (28%). Las personas migrantes procedentes de países no comunitarios fueron superiores a las nacionales (58%).
«En muchas ocasiones nos encontramos con personas que carecen de competencias digitales, presentan dificultades de aprendizaje, escasa experiencia laboral o muchos problemas de conciliación familiar, además de graves carencias socioeconómicas, dificultades con el idioma y baja autoestima que lleva a la desmotivación», ha señalado la coordinadora del equipo de Economía Solidaria de Cáritas Española, Ana Heras.
Esta realidad les obliga a articular una atención integral y muy individualizada como la que prestan, por ejemplo, en el Centro Diocesano de Empleo de Cáritas Sevilla. Por él pasan anualmente más de 600 personas en situación de exclusión, de las cuales casi una tercera parte consigue reinsertarse en el mercado de trabajo.
En este centro, las personas reciben formación en hostelería, cuidado de personas dependientes, energía renovable, construcción, mantenimiento de edificios o electricidad.
Aunque los datos son favorables, Cáritas Sevilla advierte de que hay dos perfiles a los que está prestando especial atención. El primero de ellos es el de familias de origen extranjero que, pese a tener cualificación y experiencia en muchos casos, no pueden acceder a un puesto de trabajo por su situación administrativa irregular o por la falta de homologación de título.
«En estos casos, trabajamos desde el acompañamiento en la reivindicación de derechos, además del apoyo formativo para su adaptación laboral», ha precisado el director de Cáritas Sevilla, Miguel Ángel Carbajo.
El otro perfil, según ha explicado, es el de las familias cuyos sustentadores tienen una baja formación laboral «y viven en una situación de exclusión cronificada, de inadaptación laboral, de falta de habilidades psico personales, desmotivación e incluso de adaptación a las situaciones de exclusión y dependencia de las ayudas».
144,8 MILLONES DE EUROS
Del informe se desprende que Cáritas dedicó el año pasado la cifra «récord» de 144,8 millones de euros a todas sus iniciativas de economía solidaria (programas de empleo, empresas de inserción y comercio justo). La suma es un 5,85 por ciento superior al año anterior (8 millones de euros más).
De ese total, 35,9 millones fueron destinados a itinerarios de inserción sociolaboral, que incluyen orientación laboral, intermediación con empresas y formación y, más de 108 millones a economía social.
Las actividades de economía social impulsadas por Cáritas se dedican a sectores como el reciclaje de textil y otros residuos, el aprovechamiento alimentario o la agricultura ecológica. Estos proyectos, según precisa Cáritas, generan 3.115 puestos de trabajo, de los cuales 2.564 fueron ocupados por personas en situación de exclusión en 2024.
Según la sexta Encuesta sobre Integración y Necesidades Sociales, realizada el verano pasado para el IX Informe FOESSA, que será presentado a finales de este año, seis de cada diez personas en situación de exclusión severa están fuera del mercado de trabajo.
10 AÑOS DE APUESTA POR LA ECONOMÍA SOLIDARIA
Ante esta situación, Cáritas defiende que es posible una economía que tenga en cuenta a las personas. En este sentido, este año celebra el décimo aniversario de su apuesta firme por la economía solidaria, en la que ha aglutinado sus acciones de inserción laboral, economía social y comercio justo.
En estos diez años, la confederación ha pasado de 45 a 68 iniciativas con 267 líneas de negocio en diferentes sectores económicos. Esta expansión ha permitido triplicar los puestos de inserción social e incorporar al mercado laboral a más de 120.000 personas en exclusión.
«Diez años reforzando el apoyo a las personas en situación de vulnerabilidad y exclusión social, con el propósito de facilitarles el acceso a una vida digna y con oportunidades reales de desarrollo personal y profesional», ha explicado Heras.
Entre las numerosas empresas de inserción de la red Cáritas en todo el territorio, destaca Bioalverde, una iniciativa de agricultura ecológica impulsada por Cáritas Sevilla en el núcleo urbano de Montequinto (Dos Hermanas).
La finca cuenta con 30 hectáreas en las que hay huertos, zona de viveros, un centro de formación y una nave agrícola y de comercialización. Además, dispone de un establecimiento para venta directa de productos ecológicos certificados de la propia huerta y de otros productores de proximidad y de comercio justo con una facturación mensual de más de 20.000 euros.
Esta empresa de inserción ofrece contratos de inserción a unas 30 personas en situación de exclusión al año. El otro punto de venta directa se encuentra en el barrio sevillano de Nervión.
ANA: «HABÍA PERDIDO LA AUTOESTIMA»
Ana, divorciada y con hijos a cargo, se quedó a trabajar en la tienda de Bioalverde tras pasar por el programa de empleo de Cáritas. Después de mucho tiempo buscando empleo sin éxito, relata a Europa Press que decidió acudir al párroco de su pueblo y que gracias a Cáritas recuperó su autoestima. «No me había dado cuenta de la ilusión y la autoestima que había perdido, estaba cansada de llamar a todas las puertas», ha explicado.
En 2018, Bioalverde también asumió el proyecto de reciclaje textil que Cáritas inició un par de años antes. Gracias a la participación ciudadana, actualmente, cuenta con 175 contenedores en toda la provincia, que han hecho posible, junto a las recogidas masivas de las Cáritas parroquiales y de otras entidades, la gestión de más de 900 toneladas de ropa recogidas en el último año y la apertura de una tienda de moda solidaria y sostenible en el centro de Sevilla.
En 2024, la red de comercio justo de Cáritas en todo el país logró facturar cerca de 563.000 euros, a través de las ventas en sus más de 18 tiendas y 38 puntos de ventas. Estos puntos funcionan no sólo como lugares de comercialización de productos, sino que generan espacios de sensibilización para que los consumidores visibilicen las personas y procesos que hay detrás de cada producto y contribuyan a fomentar un consumo responsable.
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